28/12/06

Memorias del verdulero de la esquina.


Y teníamos aquella invitación , una cena , en la casa del embajador de Uruguay en Paris.
Los embajadores uruguayos son todos iguales.
Pareciera que todos fueran cernidos por el mismo examen feroz de ineptitud.
Y estabamos vos , yo , Florencia Flanagan , creo , que me resultava decididamente imbancable , Pancho ,que supuestamente era ilustrador de L`e monde , la esposa de Pancho que era una no se que de algo , del cual hacía mucha gala , de ese tipo de cosa que le gusta tanto a los uruguayos presumir en el exterior , onda , "saqué un libro sobre el insesto en la sociedad pigmea del congo sur pre colonizacion belga , subencionado por la universidad de Lyle" , ponele , dos o tres extras que no aparecían ni en créditos (uno me re fichaba , pero yo estava enamorado de vos) ,un matrimonio argentino (porteño para ser justos).Estaba Acosta , que cantaba lírico , soprano , de Young creo haciendo de esa situación algo extraordinario y todos siempre terminabamos preocupados , y hasta un poco culpables del estado de su garganta. Cantaba bien , es cierto , pero no era para tanto. Parecía un personaje de Rayuela , como una Bertet , la pianista , te acordás? , me encantaba ese personaje en Rayuela , no puedo olvidar la descripción de Cortazar de las manos de esa mujer , decìa que parecían bolsitas de terciopelo rosadas , qué descripciòn màs feliz!. Y estaba este pibe , muy lindo , becado por teatro , o algo asi..., Ariel? , un nombre asi , del interior de Uruguay , de interior patriòtico y blanco (pero los hijos no).De los que ponen ejemplos con parábolas de Rodó... ya no queda de esa gente... Ariel? era un alma noble , un simple de corazòn.
Un atolondrado que a mi me daba mucha gracia ,y a vos un poco de celos , te acordàs? , que tiempos!.

Y la cena fué como un rotundo martirio , para mi la gente desconosida siempre me resultó un martirio , y todos hablaban en francés , innecesariamente , estupidamente , hasta Florencia hablaba en francès sin saberlo hablar , lo que era muy patètico-gracioso , pero en aquél tiempo , yo no tenía mi sentido del humor tan desarrollado , así que lo sufría , mal.

Estaba rotundamente aburrido , angustiado e incomodo , miraba continuamente a mi alrededor , como buscando que de atrás del sofá saliera un semimuerto , un zombie , que la armadura empezara a moverse (porqué había una armadura en aquel lugar? , la habìa?), estaba autoaterrandome como solo yo se hacerlo. Lo de siempre.

En un momento dado , el embajador de Uruguay ,como todos lo llamaban , decide abrir una botella de vino. Hicieron de aquella situación una escena digna de ser representada por un buen grupo de actores ingleses en una película de època. De esas en que solían trabajar Elena Bonham Carter , Jeremy Irons o Kristin Scott Thomas. Insufribles.
Hablaron largo rato del vino , olieron el corcho , siguieron hablando de lo mismo en francés , en quebecuá e inglés patotero del anglo , con rotundo acento uruguayo. Bien mirado , un exotismo digno de paladares entrenados a lo extremo. No era mi caso. Desarrollè mi paladar negro con el tiempo , a fuerza de tragar lo indevido (por necesidad , más que nada).

Sirvieron el vino , lo repartieron entre invitados , hicieron un brindis , no se en nombre de quièn , pero hubo sonrisas sofocadas y entre dientes , lo que demostraba que el brindis era en realidad , un chiste àcido , una critica feroz o una demoledora burla extrema a un colega , tres deportes elementales para cualquier intelectual uruguayo que se precie ( y más en el exterior).

Yo decliné no solo a brindar sino a tomar vino (me cae mal y no me gusta) , y entonces ocurrió lo impensado.
El crimen supremo.
El acabose del mundo.
El principio del fin.
El fin del tiempo.

...,Ariel? , decide mezclar el vino que le habian servido con la coca - cola que estaba tomando.

Se hiso el silencio.
Como era el todo antes del principio.

Silencio Uruguayo.

El matrimonio argentino (porteño para ser justos) , se miro entre si.
Y se desató el bombardeo a discreciòn hacia..., Ariel?.
Parecían hienas peleando por carroña.
Estaban todos destrozando a ... ,Ariel?.
Vos te habías retraido , y reías con tu vaso de coca - cola apoyado entre los dientes.
No me gustó esa actitud.

Y tube que salir a defender.



Como siempre.

Al pedo.
Y salí a defender , argumentando cualquier bolaso inconexo.
Núnca fuí bueno para pelear con coherencia.(Me traiciona la panza , se me vuelve de piedra , se me incendia la garganta, y las palabras me salen entrecortadas , como de emiplégico , y sin ninguna coherencia , se me nubla la vista de innecesarias y sorpresivas lágrimas y me catañetean las rodillas ...una exageración a la que llamo "muestra gratis sin valor de lo senil").

Se que en un momento dije , si no hubiera gente como ..., Ariel? , no se hubiese inventado el cóctel.
Una estupidez!.
Un manotón de ahogado.

Terminamos vos y yo caminando por la orilla del Sena.
Ya era muy tarde , no habia metro.
Pasamos por lugares.
Luces.
Arboles.
Empedrados lustrosos.
Puentes una y otra vez pintados en interminables clichés que tanto aman los almanaques.
Silencios.

En un baile estaban pasando una de Alphaville... ponele. Era en un segundo piso , las ventanas latían en luz verde. De haber sido más atrevido , y vos mas perseptivo , te hubiese sacado a bailar.


Seguimos caminando.

Te invite a fumar de nuevo.
No quisiste.
Nùnca quisiste fumar.

Te dije , no sabes nada.Nada de la vida.

De abajo de un puente , cualquier puente , salió un pordiosero , de los que les dicen clochard o algo asi , en esa forma tan francesa de tirar un tapado de piel para tapar la mugre. Y te dijo algo. En francés , obvio. Era Paris.

Estabamos en Paris!.

- Que te dijo?
- Me pidó un cigarro.
- Y que le dijiste?.
- Que no fumaba.
- Ah!...
- Y me respondió que no sabia nada de la vida!.

Nos reimos de eso hasta que llegamos a tu cuarto.Y vos te acostastes en tu cama , y yo en el suelo.
Nos reimos de eso hasta que nos dormimos.


Y de esto cuanto hace?... 20 años , ponele.

Recién me avivo de que me mentiste.
No fué eso lo que te dijo el linyera.


Siempre fuiste un hábil.

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